1 ago 2009

Guíame...

Apenas abrí los ojos, rozó mis pestañas lo que por un instante parecía un ser que jamás había visto, pero estaba equivocada ya que tan solo era una mariposa...
En cierto modo era rara, porque su color azul un tanto transparente le hacía ver a mis ojos a través de ella, sin dudas era de cristal.
Haciendo caso a sus tentadores aleteos, como señal de que quería enseñarme algo, di un salto de mi cama y no dudé en seguirla, dejé que me guiara hacia donde ella quisiera.
Dejé que mis pies me llevaran al compás de sus aleteos, aunque hubiera sido magnífico el poder volar junto a ella y no tener que resignarme a caminar.

En todo nuestro recorrido, sólo consiguió llevarme a los mismos lugares una y otra vez.
Los conocía como a la palma de mi mano, porque casi toda mi vida había ido por estos mismos senderos, aunque algo no andaba del todo bien...
La gente comenzó a andar sobre las calles de la nada, no podía ver totalmente sus caras, sólo podía oír sus voces muy claramente y verlas pasar por al lado mio sin que notaran mi presencia todas las personas que yo conocía, que yo más amaba.
¿Qué estaba ocurriendo?... Todos estaban tan distintos, tan cambiados, ya no eran los mismos.
-."Tan sólo estás alucinando" me dije, pero luego pensé: ¿Seré yo la que está tan distinta?, ¿O yo fui la que cambió a todos sin saber por accidente?. No, era imposible, no me sentía tan importante como para poder haber cambiado a tantas personas...
Entonces, ¿Por qué? ya no encontraba lo mismo, sentía que me había dormido por mucho tiempo y que se olvidaron de despertarme.
Me tranquilizé, cerré los ojos y los abrí al instante.
Fue impactante, la ciudad que yo conocía se volvió completamente un desastre, estaba completamente arruinada y las personas que yo creía conocer pasaron a ser completos extraños ante mis débiles ojos.
Completamente inmersa en tantas preguntas y pensamientos sin respuesta, me había olvidado de la mariposa que me guiaba, la miré un tanto perdida y al instante oí una voz que me dijo: -."Deberías seguirla, quiere llevarte a un mejor lugar, ya que aquí sólo te consumirá la oscuridad y no habrá llanto que te haga volver atrás o que te de la solución que tanto buscas... ¡Márchate!", caí completamente paralizada.
Retomé fuerzas para levantarme, pensando que si me iba de este lugar huiría tan sólo de mi pasado y todos los problemas que en mí abundaban.
No quería escapar, quería enfrentarlo todo de una vez, pero aquí no encontraría manera de resolverlo ni respuestas a tantas cosas repentinas...
Entonces con todo el dolor de mi corazón le dije a aquella cristalina mariposa: -."Guíame lejos de aquí, quiero buscar soluciones en lugares que desconozca para poder volver... Pues no quiero huir de mi pasado ni de mis problemas, quiero regresar y demostrar que soy más fuerte... ¡Quiero solucionar todo esto!... Guíame, aunque duela.", haciendo caso de mis palabras comenzó a aletear.

Y así fue como abandoné lo que en cierto modo amaba, tratando de buscar arreglo a mis problemas, sin olvidar a ninguno de los que pasó por mi vida, sin olvidar nada de lo que hice, sin olvidar el verdadero propósito por el que me iba...

Yo tan sólo dejé que me guiara una mariposa de azul cristalino a un lugar que posiblemente le diera respuestas a mi tán dolido y débil corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario